lunes, 19 de septiembre de 2011

A Eva, mi hija


Hoy es un día hermoso
que estás linda como el sol
y que alegría tan grande
tenemos tu padre y yo
hoy mi corazón de madre
no dejara de rezar
cuando te vea de su brazo
caminando hacia el altar
y, al verte allí tan hermosa
y tan llena de ilusión
al señor le pediré
que os mande su bendición.

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